Cuando me desperté ese lunes por la mañana, me di cuenta de que era hora de prepararme para ir al centro de diálisis para recibir mi tratamiento. Ahora, cuando salí del hospital, se dio mucha información, pero se retuvo muy poca. Se dio demasiada información al mismo tiempo y con todo lo que estaba sucediendo en mi vida no podía retenerla toda. Piénsalo. Le han dicho que sus riñones han fallado, necesita someterse a diálisis. Ahora hay algunos tipos diferentes de diálisis en el centro, hemodiálisis domiciliaria, dialisis peritoneal y trasplante, pero con toda la información que se proporcionó, fue difícil retenerla. Mi papá me llevó en auto y entramos en la clínica, nos sentamos y esperamos que nos llamaran. Había muchos pensamientos corriendo por mi mente, y mi papá podía ver el nerviosismo en mi rostro. Hicimos una pequeña charla sobre diferentes cosas, y esto me ayudó a dejar de pensar en lo que me esperaba. Cuando la enfermera vino a llevarme de regreso, le dijo a mi papá que una vez que estuviera conectado a la máquina, lo haría regresar para ver el piso de tratamiento. Esto ayuda tanto al paciente como a la persona de apoyo a comprender los procesos de la diálisis. Mientras caminaba de regreso al área de tratamiento con la enfermera, me sentí como un niño pequeño que deja a sus padres para ir a la escuela por primera vez. Mientras tenga la capacidad de recordar, será imposible olvidar ese paseo por el pasillo. Podía escuchar el pitido de las máquinas, gente hablando de un lado a otro, enfermeras corriendo aquí y allá haciendo su trabajo. Cuando llegamos al final del pasillo, vi mi primera área de diálisis en el centro. Hubo muchas conclusiones de esa experiencia. La conclusión principal fue la siguiente: esta es mi vida ahora y puede que no cambie. Cuando comencé mi primer tratamiento en el centro ese día, fue como un borrón. Fue muy rápido. Pasaban muchas cosas. Todos los diferentes miembros del equipo de atención que estaban allí se presentaron desde el técnico de diálisis hasta el médico. Al final de ese tratamiento estaba cansado, pero físicamente me sentía mejor. Durante los siguientes meses, me sentí un poco mejor después de cada tratamiento. Me tomó un tiempo, pero comencé a sentirme más como yo. En el próximo blog les mostraré la vista desde la silla.
En Centro-Hemodiálisis
